domingo, 30 de octubre de 2011

Lógica elemental

Los tres elementos escenciales de un sistema humano son el amor, la amistad y la autosuperación. Por si solos, los elementos muy dificilmente funcionarían, ya que existe una interconexión que crea un equilibrio entre dichos. Como base se debe de tener a la confianza y a la seguridad. Aunque en un inicio es muy dificil, la confianza se va ganando conforme el tiempo va pasando y conforme las personas se van conociendo. Dejate fluir con el tiempo, no te presiones a ti ni a los demás ya que al forzar las cosas, forzas al equilibrio y cabe mencionar que todo lo existente sobre la faz de la tierra tiene un punto de ruptura. Pero algo que va antes de la confianza es la seguridad, sin embargo, muchos podriamos diferir en este punto. No importa que vaya primero o que vaya después ya que posiblemente exista una concepción idéntica o similar de estos conceptos. Solo debes de tener presente la forma de equilibrio. Ten seguridad de tí. Al no confiar en tí rompes con todas las condiciones. No hay motivos para sentirte débil e inferior. No corrompas el equilibrio humano de la manera mas infame y cruel jamás conocida, todo esta en tus manos.

viernes, 21 de octubre de 2011

Dorothy Fauret: I

I


Cerca de tres veces la soñó antes de besarla por primera vez. La primera vez que ella se apodero de sus pensamientos se hallaba en una elevada terraza, se observaban a lo lejos las praderas por donde solía deslizarse cuando era tan solo un niño, el tiempo de un momento a otro parecía elevar exponencialmente su velocidad. El parque a la orilla del río, los jardines adornados de una extraña naturaleza, las amplias arboledas que teñían de sombras a cuanto objeto se les cruzara y las extrañas estatuas que parecían darle vida y autonomía a este pueblo. El Sol resplandeciente del atardecer cegaba sus ojos. Cerró los ojos y la volvió a imaginar. El perfume de su piel se apodero de sus sentidos. La textura de sus labios y la forma de su sonrisa. Una extraña ternura lo invadió por completo y le hizo pensar en ella una y otra vez hasta el fin del día, hasta volver de nuevo a encontrarse con ella en sus sueños. Todo parecía correr y avanzar tan rápido. Había una agitación y gran exaltación en su respiración. No podría vivir un día más sin poder encontrarla. No más.


A la mañana siguiente despertó con una sensación de no pertenencia a este mundo. Parecía ser alguien de otra galaxia. Él se sentía totalmente distinto. Mostraba unas facciones de serenidad y tranquilidad jamás experimentadas. Aquella mañana tenía un clima diferente, las nubes envolvían al cálido pueblo con estatuas autónomas adueñándose del día conforme las horas transcurrían. Él sabía que algo sucedería, y así fue. Sin embargo, todo ocurrió en el momento más inesperado. Sabía que al fin él y su primer gran amor ficticio se verían por primera vez a los ojos. El mundo real y el mundo fantástico no se encuentran tan distantes.


Hizo todo como de costumbre, por alguna extraña razón sabía que si alteraba la rutina diaria, nada sucedería. En la pequeña radio que se sostenía sobre una mesita sonaba la voz de la celebridad del momento. James Cryer, un político obsesionado con la monopolización de la educación a nivel estatal, claro, expresándolo todo de una manera más amable para el oído. Decidió cambiar hasta su estación preferida, escuchando entonces la voz tan familiar de su locutor preferido. Se hablaba de temas tan diversos, variando de la escasez de agua hasta la fórmula secreta de la Coca - Cola. Aquello era un tanto estúpido y decerebrado, sin embargo, sentía cierta afinidad con el locutor de poca audiencia.


Eran ya las 10 de la mañana y la paciencia comenzaba a terminar. Eran días de vacaciones. Lamentablemente el trabajo no entro dentro de sus opciones de actividad diaria. No había nada por hacer, más que imaginar, escribir y dibujar, sus tres actividades preferidas. Rodeado de inquietos pensamientos y de vagas ilusiones, se sentó a esperar y esperar. Preparo el desayuno, sin embargo, no le dio ni la más mínima probada. Hizo lo que mejor sabía hacer, se sentó y observo fijamente la pared de su recamara. Había una pequeña silueta que parecía sonreírle pero la puerta que se contraponía a la pared le impedía observarla por completo. Durante un pequeño instante contuvo la respiración, pensó si mover o no la puerta, para de esta manera apreciar por completo la figura, sin embargo, no lo hizo, y siguió buscando entre las irregularidades de la pared. Fue entonces cuando encontró aquel extraño rostro escondido entre la multitud de monstruos y personas bautizados a través de su estancia en el departamento de no más de 10 años de antigüedad. No tardó ni un poco en tomar su libreta y dibujar la imagen que se presentaba ante sus ojos. El arte para él era la manera de inmortalizarse. Era la manera de grabar su nombre en lo más íntimo del planeta Tierra.


A fin de cuentas, era probable que aquellas pinturas y dibujos le retribuyeran un poco de dinero en un futuro cercano. Se aproximaba a la quiebra económica y aún así, nada le importaba. Todos sus pensamientos se centraban en ella. En un ser imaginario del que no conocía ni siquiera su nombre.


Ya se había cansado de estar solo. Salió a caminar. La mañana ya se había esfumado, el Sol iluminaba el duro pavimento y las calles permanecían solitarias. Parecía ser perseguido por una eterna soledad, llena de nostalgias y de recuerdos ya casi enterrados en un olvido que lo castigaba día con día, aferrando los momentos más crueles a lo más profundo de su ser.


Caminaba sin rumbo alguno, su vida carecía de dirección y sentido. Sus ideas poco a poco alcanzaban el máximo grado de deformación. Aquellas historias aterradoras y magnificas que solía relatar años atrás eran ahora vagas palabras. La música desapareció tal y como desaparecen los árboles. Nada importaba desde hace algún tiempo. No había más que aferrarse a su imaginación. Su modo de sobrevivencia era la creatividad. Tenía como único objetivo la transformación de la fantasía en realidad. Es sencillo cuando crees saber qué es lo que necesitas, cuando crees saber cuál es la decisión correcta.


El pueblo era lo más desconsolador jamás imaginado. Caminó hacia las estatuas autonómas que se adueñaban día con día de los negros pastizales que corroían poco a poco las erosionadas aceras. A lo lejos observó el puente y antes de que tuviera tiempo para notarlo allí estaba ella. Estaba esperándolo. Eran exactamente las 4:32 de la tarde. El tiempo se detuvo.

Desintegración

Creo que desfragmentar al mundo en tres piezas sería la solución a todos los problemas que se adueñan de nuestras vidas día tras día.

domingo, 16 de octubre de 2011

Re -

Se que desde una cierta perspectiva es dificil volver a empezar. Es dificil, porque aunque has podido hacerlo con anterioridad, ahora las cosas se complican, porque lo que paso, nos marco y nos hizo sentir que todo era para la posterioridad. En algún punto de nuestra existencia nos hizo sentir fuertes e invencibles. Nos hizo pensar que nada pasaría y que todo sería para siempre.

Es difícil compartir de nueva cuenta todo lo que ya habías compartido. Pero sin embargo, es maravilloso sentir de forma diferente lo que supuestamente alguien un día te había ofrecido. Es muy bueno entrar a un mundo completamente nuevo y explorar todos los momentos que se esconden tras una profunda mirada y una bella sonrisa.

sábado, 8 de octubre de 2011

Flujo

Deja que todo siga su flujo natural.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Incertidumbre

Siempre es nunca. Y nunca es para siempre. Todos nos encontramos atados al tiempo, algunas veces para bien y otras para mal. Depende de nosotros mismos, de las actitudes y decisiones que tomemos principalmente. No confíes en que todo será para siempre. Vive y deja vivir. El presente es justamente lo que nos gobierna. Si algo es cierto, muchas veces las decisiones se ven adornadas por una gran serie de dudas y desacuerdos que nos orillan más y más a la incertidumbre. No demores tanto, y no dejes que la incertidumbre te controle. Fluye con el tiempo. No te arrepientas de no haber hecho realidad una decisión.