viernes, 20 de mayo de 2011

Impotencia

Esto lo escribo con el más humilde desprecio que siento durante estos momentos. Te vas a morir y todos lo haremos de alguna u otra manera.


¿Por qué te empeñas en que todo termine mal? ¿Por qué tener un comportamiento autodestructivo cuando tienes todo a tu favor? Estúpida “naturaleza” humana.


Por tu estúpido odio y tu estúpida soberbia me escabulliré hasta donde no vuelvas a encontrarme jamás y te aseguró que ellos tienen la misma idea en mente.


La impotencia me corroe las entrañas mientras tú alimentas cada vez más tu maldito ego. Desde luego, lo que todo mundo dice te importa más de lo que diga yo. Estas totalmente en desacuerdo con nosotros y ciertamente las cosas deberían de ser de otro modo.


Algunas veces, trato de recapacitar y viajar un poco atrás en el tiempo, y pienso sobre las cosas que hubieran podido ser de haber tomado el camino más cómodo, pero tu necedad es tanta, que ya se ha convertido en un capricho más el tener que poner a todos en contra.


Leí en algún libro, que las ideas pueden salvar vidas, e incluso familias, me gustaría hacer algo por ti, pero ya no puedo conllevar tus necesidades, ya no quiero tener más fe en algo que ya no amerita discusión alguna. Teniendo una cima por conquistar a la vuelta de la esquina, quisiste viajar hasta el otro lado del mundo y acabar con lo que a través de los años tomo tiempo y dedicación en edificar.


La música se convierte en un ruido estrepitoso, siendo a la vez, mi única confidente.

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